martes, 16 de julio de 2013

¡Llegada a Japón! 日本に来た!

¡Siento la tardanza! mi única excusa es que ayer casi me desmayo en clase de lo cansada que estaba, el cambio de hora tan brusco me afectó bastante. Pero aparte de eso, todo está maravilloso.

El viaje fue largo y cansado para mi pero lo disfruté muchísimo ya que al cambiar con ANA (All Japan Airways) en Munich, el viaje fue mucho mejor. Dado que fue un vuelo de 11 horas y algo, lo que era "Economy Class" parecía "Business Class" comparado con la mayoría de aviones en los que he viajado.
Había pequeños televisores para cada pasajero en el cual podías ver millones de películas de distintos géneros, aparte de documentales sobre Japón o comedias japonesas. Se nos dio de comer una vez y dos horas antes de llegar a Tokyo como desayuno. Antes de comer se nos daba a todos una toallita perfumada muy caliente para lavarnos las manos (luego se la llevaban de nuevo).
A partir de cierta hora se apagaron las luces como si fuese de noche y la mayoría de los pasajeros durmieron, desgraciadamente yo sólo dormí una hora y algo, estaba demasiado entusiasmada con el televisor.
Al lado mío viajó una señora japonesa que fue muy amable conmigo, hablamos durante el viaje muchas veces y finalmente antes de llegar a Japón incluso me dio su dirección en Tokyo para que viniese alguna vez a quedarme en su casa.

Aeropuerto Haneda (Tokyo)

En general a pesar de que mi japonés todavía necesite trabajo, me esforcé por estar atenta y preguntar cuando no estuviese segura de dónde ir o qué hacer. Y viendo lo bien que me va (vamos, como si estuviese en España) me río de la gente que dice que una persona educada en casa no será capaz de ser independiente y siempre dependerá de sus padres. Sinceramente no sé de dónde se sacan tamaño error.

En el aeropuerto de Tokyo (Aeropuerto Narita) como todo estaba claro no tuve ningún problema, lo único que me da pena es haber tenido que tirar dos tomates y dos pepinos porque en Japón está prohibido traer desde fuera cualquier fruta fresca y muchas otras verduras. Pero bueno, los japoneses son tan amables y te dicen con tanta pena cuando te tienen que quitar algo que ni te puedes enfadar, incluso yo soy amable por inercia y porque quiero.

Tuve que cambiar de aeropuerto dentro mismo de Tokyo, ya que uno es para vuelos internacionales y otro para nacionales, por eso cogí un autobús en el que estuve más de una hora entre ambos aeropuertos. Dada mi preocupación por ir con tiempo no me enteré del todo que estaba en Japón hasta que mirando por la ventanilla las casas y campos japoneses me di cuenta de dónde estaba. Recibí de repente un montón de emociones que me chocaron e incluso se me humedecieron los ojos. Era como ver a tu enamorado después de mucho tiempo ¡o por primera vez! Mi conclusión es que mi primer amor no ha sido un chico sino un país. Aún siento que estoy en un sueño.

La sorpresa que me encontré en el aeropuerto Haneda (el segundo aeropuerto de Tokyo) fueron los baños:

 Este de la fotogragía era el váter, como veis hay una extensión en el lateral derecho donde hay varios botones, uno de ellos asemeja sonidos de agua como en un río, para que no se oiga nada de lo que haces, los dos siguientes con un chorro de agua para lavarte por delante y por detrás (teniendo el delantero menor presión de agua) y un último botón para anular cualquier función. En materia de baños los japoneses son los mejores.

 Para tirar de la "cadena" se ponía la mano delante de este sensor que activaba la función

 Este otro sensor es para activar los sonidos que mencioné en lo del váter

 Estas son las instrucciones para utilizar una sillita que hay dentro de la mayor parte de los baños para poner a tu bebé mientras tú haces uso de las instalaciones. ¡Me parece una servicio maravilloso!

Y esta es la silla, se aprieta el botón de abajo haciendo que salga más de los lados y tenga sitio el bebé y luego se aprieta de nuevo y se queda quieto (más que nada por seguridad claramente)

Esta fue la primera foto mía que tomé en Japón

En fin, llegamos sobre las 11 y media de la noche al hotel y estaba muerta de sueño, aún así no dormí nada porque olvidé traerme un despertador y tenía miedo por lo cansada que estaba de no despertarme a tiempo, así que pasé una noche en vela admirando el amanecer japonés, por algo se llama "El País del Sol Naciente" ¿no? y yo vi como el sol salía por la mañana.

Os desea una noche y día maravilloso,

Adina

Palabra japonesa del día:

来る(くる)Kuru = Volver

1 comentario:

  1. Lo de los baños me ha encantado!!!, aunque debe ser rarito para nosotros utilizar semejante aparato, ja ja jaja.

    Estupenda crónica, seguro aprenderemos a ver con otros ojos este país.

    Besazos.

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