En la entrada de hoy os he preparado un breve texto con la historia de Japón, lo escribí hace algunos años como un proyecto que mi madre me propuso para una universidad de Salamanca (España) en la cual ella hablaba sobre el homeschooling y yo presentaba algo sobre lo que supiese o me apasionase en todo caso. Lo he intentado corregir un poco porque vi que se me fue la mano con algunas cosas pero tampoco quería cambiar mucho el texto ya que así fue escrito por mi en 2009.
Historia del Japón
Japón goza de gran
importancia, en el mundo. Los japoneses valoran los contactos con las culturas
china y coreana como formadoras de su cultura.
Japón ocasionó
daños durante sus agresiones imperialistas en Corea, China y Manchuria, y
también tiene su responsabilidad
en la Segunda Guerra Mundial.
El pasado de Japón
es dividido por los japoneses en siete grandes etapas o edades: prehistórica o
senshi, protohistórica o genshi, antigua o kodai, medieval o chûsei, premoderna
o kinsei, moderna o kindai, y contemporánea o gendai.
- Edad prehistórica
o Senshi:
Los primeros datos
conseguidos sobre la población del archipiélago japonés datan de hace 30.000 de
años, aunque es probable que las Islas estuvieran habitadas previamente. Dado que no existen documentos escritos
anteriores al siglo VIII, todos los estudios hechos anteriormente ha de basarse
de restos arqueológicos y fuentes documentales chinas o coreanas que hagan
referencia a Japón.
En este período se
incorpora la escritura.
- Edad prehistórica
o Genshi:
Antes de que
finalice el período Yayoi, alrededor de mediados del siglo III, los clanes de
la región de Yamato y en otras áreas del centro y del oeste de Japón comenzaron
a levantar montículos funerarios en donde enterrar a sus Jefes. Las de mayor
dimensión se elevaron en Yamato, zona de mayor preeminencia que controlaba
políticamente el resto del país. El periodo Asuka marca el final de esta
transición entre el período protohistórico y su entrada en la historia. El
período arranca del establecimiento a la emperatriz Suiko en su palacio Toyoura
en la región de Asuka en Yamato, al sur actual de Nara. El budismo, introducido
a mediado del siglo VI encontró en él y su corte el mayor apoyo que pudo
imaginar. Tanto en arquitectura y urbanismo, como en política, se siguieron los
modelos chinos y coreanos y, tomando prestado su escritura, se comenzaron a
recoger los primeros anales históricos.
En el 710 una
nueva capital fue diseñada de nueva planta en Nara según los modelos de la
capital shina de Chang' an de la dinastía Tang. Durante los años que en esta
ciudad se mantuvo la capitalidad, Japón recibió numerosas influencias
culturales y tecnologías del continente.
Ésta iba a
convertirse en el lugar de residencia permanente del emperador, y en la capital
del país hasta el siglo XIX, cuando la capitalidad se trasladó a Edo, la actual
Tokyo. El período que va desde el 794 al 1185 se denomina período Heian.
Éste supuso la
total asimilación de la cultura china y el florecimiento de una elegante
cultura cortesana. Políticamente la corte imperial se vio dominada por los
nobles de la familia Fujiwara y encontró dificultades en la proliferación de
fuertes dominios llamados shôen, y por tanto, en mantener su control sobre las
provincias. Ante la inexistencia de la fuerza militar de la familia de los
Taira desplazó a los Fujiwara y ejerció su poder a mediados del siglo XII.
En esta época
muchos clanes guerreros luchaban por el poder y suele ser descrita como la era feudal de Japón.
El gobierno del
shôgun asumió el control de la administración de justicia, la sucesión
imperial, y la defensa del país contra los intentos de invasores mongolas a
finales del sigo XIII.
Cuando su fuerza
se debilitó, dichos clanes comenzaron a rivalizar entre ellos y con el shôgun,
lo que dio lugar al inicio de las guerras Ônin (1467-1477). El país entró en un
período de guerra endémica conocido como "período de los Estados en
Guerra" (1467-1568), en el que los señores feudales, ignorando el poder
del shôgun y del emperador, se enfrentaron unos con otros por la hegemonía
local.
- Edad Premoderna o
Kinsei:
Desde mediados del
siglo XVI se inició un movimiento en favor de la reunificación del país en el
que destacaron como protagonistas Oda Nobunaga, Toyotomi Hideyoshi y Tokugawa Ieyasu.
El breve período en el que Nobunaga y Hideyoshi ejercieron su poder y
comenzaron a dar una nueva forma a las instituciones feudales es conocido como
período Momoyama (1568-1600) a Azuchi-Momoyama.
Tokugawa Ieyasu (1543-1616) pintado por Kanō Tan'yū (1602-1674)
Tras sucederse uno
a otro en el poder, fue Tokugawa Ieyasu el que, alcanzando una victoria
definitiva sobre los seguidores de la casa de Toyotomi en la batalla de
Sekigahara en 1600, asumió un poder que duraría cerca de doscientos cincuenta
años en manos de su familia. Esta batalla marca el inicio del período Edo
(1600- 1868). Ieyasu estableció un cuidado orden político basado en un
equilibrio en el que el shogunato controlaba Edo y el centro del poder,
mientras que daimyô, clasificados en función de su lealtad, gobernaban unos
doscientos cincuenta feudos.
A pesar del
opresivo sistema de gobierno de los Tokugawa, el país gozó de más de dos siglos
de paz. Esta reclusión fue amenazada a mediados del siglo XIX por rusos,
británicos y norteamericanos, quienes lanzados por la revolución industrial a
buscar nuevos mercados presionaron a China y Japón para entablar contactos
comerciales (seda). El gobierno fue incapaz de mantenerse firme ante dichas
presiones y tuvo que firmar tratados que dejaban en desventaja a Japón. Viendo
la debilidad del poder del shôgun, de los poderosos señores de Satsuma, Chôshû
y Tosa, buscaron alianzas en la corte imperial para derrocar a los Tokugawa y
restaurar el poder perdido al emperador. En 1868 tuvo lugar la restauración
Meiji y empezó una nueva orientación del país, que pasó del aislamiento a la total apertura de sus fronteras no
sólo territoriales, sino de todos los campos del saber.
- Edad contemporánea
o Gendai:
La derrota de
Japón en 1945, tras sufrir el bombardeo atómico, trajo consigo la ocupación del
país por parte de los aliados, la desmilitarización, el desmantelamiento de los
grandes imperios industriales de los zaibatsu (gran grupo de empresas de todos
los sectores de la economía - Mitsubishi), la renuncia del emperador a su
divinidad, una nueva constitución, una mayor democratización, y un nuevo
sistema educativo.
Después de un
largo y doloroso período de posguerra y reconstrucción del país, la economía
japonesa empezó a ponerse a la cabeza del mundo industrializando en los años
sesenta y setenta. La nación prosperó gracias a los esfuerzos de los japoneses,
que pusieron gran énfasis en la educación y la frugalidad. En los últimos años,
bajo la presión internacional sufrida, ha iniciado la liberalización de su
mercado con intentos de equilibrar una economía basada casi exclusivamente en
la exportación, haciendo más sencilla la importación de productos extranjeros.
Cultura japonesa
El arte japonés
puede decirse que es un arte religioso, ceremonial, amante de la naturaleza,
que refleja en sus paisajes con tinte espiritual, lírico y contemplativo,
popular y levemente irónico.
El arte japonés
empezó siendo religioso, budista esencialmente y sintoísta, pero enseguida
reflejó otras coordinadas distintas: verismo, amor a la naturaleza,
independencia de toda influencia exterior, capacidad para expresar la belleza,
con expresión lírica, sentimental y graciosa a base de escasos elemento tanto en la arquitectura como en
la pintura.
En el período
Asuka (540-645) se introdujo el budismo a través de Corea y aparecieron las
primeras pagodas.
Período Heian y Fujiwara
(794-1186) La arquitectura empieza a fundirse armónicamente con el paisaje,
adaptándose a la naturaleza y a la variedad del terreno. Aparecen los primeros
abanicos con finas y delicadas pinturas. La pintura, en general, es simbólica,
fantástica y vivamente decorativa.
En el período
Kamakura (1186-1340) Se introduce la secta budista china Zen, que influye en la
escultura religiosa, y las pagodas empiezan a ser más simples y de planta más
regular.
El período
Momoyama (1573-1610) se caracteriza por las luchas feudales y el contacto con
los misioneros europeos, cosa que se refleja en la construcción de castillos y
fortalezas.
En el período
Tokugawa (1610-1868) la arquitectura de esta época se distingue por la
decoración exuberante y excesiva que tiene cierto realismo vivaz y humorístico.
La pintura amplía su campo de acción y se entrega además a la decoración de
puertas, muebles y lámparas, pero también se desvía hacia la xilografía creando
estampas decorativas adquiriendo un carácter popular muy admirado en el
occidente.
- Características de
la arquitectura japonesa:
Material
preferido: la madera.
Forma: típica
heredada del budismo.
Libre acceso al
aire y a la luz (muchas puertas/ventanas)
Tejado de
características curvilíneo.
Puerta o pórtico
en figura de doble "T".
Es muy
naturalista, se integra en el paisaje - casi siempre se encuentran a su
alrededor elementos como un jardín con cerezos, un lago, piedras...
un paisaje evocador.
(las fotos no son mías)
- La escultura de
los budas:
Es casi siempre
monumental.
Gran Buda de Kamakura (se cree que la estatua fue moldeada originalmente en 1252). Se encuentra en el Templo de Kotoku-in en Kamakura. La estatua tiene aproximadamente 13,35 m de alto y pesa alrededor de 93 toneladas.
Un arte muy desarrollado
que se caracteriza por ambientes paisajísticos, motivos de la naturaleza,
ambientes íntimos, suaves líneas para incrementar la impresión de movimiento.
(Las imágenes/fotos no son mías)
Os desea un día repleto de lecturas interesantes,
Adina
(04/05/09)
Palabra japonesa del día:
世界平和 (せかいへいわ) Sekai Heiwa = Paz Mundial